Ayer, los principales índices accionarios de Estados Unidos registraron su caída más grande en dos años. La explicación estuvo detrás de los resultados de los ingresos trimestrales que presentaron Alphabet (Google) y Tesla, dos de los gigantes tecnológicos a nivel global que encendieron luces de alerta entre los inversores sobre la sostenibilidad de la tendencia alcista en el rubro, impulsado en los últimos meses por la inteligencia artificial.